lunes, 19 de noviembre de 2012

Manita en el derbi andaluz

No había dado tiempo aún para acomodarse en los asientos cuando Reyes abrió la lata en el 14''. Cuatro minutos después, Fazio mandaba el balón con un cabezazo al fondo de la red. Todo salía a la perfección para el Sevilla. El conjunto de Míchel competía con la exigencia que marca el derbi andaluz. Intensidad y eficacia máxima por parte de los locales. Factores que, ligados a los indescifrables errores defensivos del Betis, presagiarían el abultado resultado final. Los nervionenses marcharían al descanso con una renta favorable de cuatro goles a cero. Insisto, pájara descomunal del equipo verdiblanco, sobre todo, en defensa. Los de Mel no alcanzaron el nivel que da prestigio a un partido de este calibre. Incluso, el propio entrenador estuvo desacertado. Partido histórico para las memorias del derbi sevillano. Vale que sirve a Míchel para desahogar su situación en la capital andaluza. Reyes más de lo mismo. Manita de un gran Sevilla a un débil Betis. Goleada de las que duelen a la eterna afición rival.

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