De nuevo dejo a un lado el deporte para hablaros sobre un documental, “Inside Jobs” o también llamado “Trabajo Confidencial” dirigido por Charles Ferguson en el cuál se
analiza y explica todas las causas que originaron la actual crisis económica
mundial.
A pesar de su complejo y denso
contenido, es un documental muy conseguido ya que a través de numerosas
entrevistas a políticos, económicos, profesores, entre otros, explica el antes,
el durante y después de la crisis y todas las actuaciones que se llevaron a
cabo siendo su primordial propulsora Wall Street. La principal tesis que extraigo
es bien clara, si tuvieras en tus manos la avariciosa posibilidad de enriquecerte
de forma millonaria, de poder ver cumplidos todos tus sueños, con la “pequeña” y
devastadora pega de perjudicar a miles y miles de personas y provocando, a la
larga, una recesión mundial ¿aceptarías?.
Pues bien amigos, hay personas
que dieron el visto bueno a esto.
Inicia con la situación de
Islandia, un país estable, moderno, digno y tranquilo de vivir hasta que en el
año 2000 comienza una larga y estremecedora política que acarrearía enormes
consecuencias negativas tanto para el medio ambiente como para la propia
economía del país. Los bancos islandeses se privatizaron y el resultado más próximo
fue una desregulación financiera que condujo a la ruina del país. Como es
evidente, todo esto fue por beneficio propio de los bancos.
Tras esto, embarca en la
situación que se respiraba en los Estados Unidos. El progreso de la industria
provocaba pequeñas crisis, cada una más grande que la anterior, hasta que como
dice el dicho “la gota que colmó el vaso”. En 2008 la quiebra del banco
estadounidense de inversión Lehman
Brothers y el hundimiento de la
empresa de seguros AIG desencadenaron
una poderosa caída de las acciones con las tremendas consecuencias de un
desempleo de 30 millones de personas, y en definitiva, una crisis que
repercutió a gran escala en todo el mundo.
Todo esta desregulación
financiera tuvo sus orígenes cuando, en su presidencia, Ronald Regan permitió a
las entidades de ahorro y préstamos hacer inversiones de riesgo con el dinero
de sus clientes, cuyo final fue un fracaso total. Lo curioso es que tanto este
sistema como los economistas delegados en los más altos cargos no triunfaron,
fue el mismo que dirigieron los siguientes presidentes.
A principios de los años 90,
surgieron unos productos financieros como consecuencia de la desregulación y
los avances tecnológicos llamados derivados.
Con ellos se preveía que los mercados fueran más seguros pero afectaba de forma
opuesta a esta hipótesis ya que los bancos se volvían más inestables.
Nació un nuevo sistema de
mercados, cuando se pagaban hipotecas el dinero no iba a los prestamistas sino
a los inversores, y los bancos de inversión pagaban a las calificadoras de
riesgo para que se valoraran las CDO (préstamos, becas estudiantiles…),
recibiendo muchas la mayor calificación posible, las AAA. De esta manera, se
olvidó el control de la devolución de dinero (prestamistas) y no había problema
en conceder cantidades de préstamos, por lo que las hipotecas se cuadriplicaron
entre 2000 y 2003.
Hubo un incremento de préstamos
riesgosos llamados subprime.
Se concedían hipotecas a todas
las personas que luego debido a las altas tasas de riesgo no se pagaban, produciéndose
así la burbuja inmobiliaria. Los bancos de inversión cada vez compraban más
créditos, para crear más CDO y así obtener más ganancias. Banqueros
inteligentes como Henry Paulson, director de Goldman Sachs, presionaron a la Comisión de Bolsa y
Valores para que se pudieran conceder más préstamos a los bancos, sin preveer,
o mejor dicho, teniendo conciencia de sus futuras causas negativas.
Como consecuencia, bancos y
empresas tuvieron que ser rescatadas por estar al borde del abismo, teniendo
días después calificaciones de AAA.
En 2007 Goldman Sachs vendieron
CDO con un objetivo claro, egoísta, consistente en cuanto más dinero perdieran
sus clientes más dinero ganaba la empresa. Actuaban en sentido opuesto al
beneficio de sus clientes, los cuáles son la base del funcionamiento de la
empresa.
Barack Obama presidente del
gobierno estadounidense, realizó una serie de reformas pero que tuvieron poca
fuerza y fueron insuficientes. Hay una frase que estimo como clave en el
documental: “Es un gobierno de Wall Street”.
Como conclusión, Inside Jobs
trata de demostrar que la crisis no sucedió por casualidad, sino que gracias a
actividades y decisiones influidas por el deseo, la ambición de enriquecerse,
malgastando miles y miles de dólares en drogas, prostitutas, yates privados y
coches de lujo, el sector económico y financiero ha sufrido uno de las mayores declives
con repercusión mundial en la historia. Si de los errores se aprende, todos
deberíamos remar en una misma dirección con el fin de obtener el bien común. Desgraciadamente,
considero que este tipo de especie no está en peligro de extinción.